(Los Gresham 03) Lagrimas negras by Nieves Hidalgo

(Los Gresham 03) Lagrimas negras by Nieves Hidalgo

autor:Nieves Hidalgo [Hidalgo, Nieves]
Format: epub
Tags: love_history
editor: www.papyrefb2.net


24

A James le costó lo suyo conseguir que Joshua accediese a levantarle a Eugene la prohibición de salir de Londres. Tras mucho insistir durante el desayuno, que tomaron juntos, seguido de una partida al ajedrez, la exposición de sus motivos y el firme compromiso de que William Fritz, su caballerizo, Ian Austin, el de su hermano Christopher, e incluso Ladislaus Mortimer, ayuda de cámara del conde, mantendrían estrechamente vigilado al muchacho, James logró al fin su propósito.

De inmediato le escribió una nota a Eugene junto con una carta de presentación dirigida a Mortimer. En su misiva, le decía al joven Bannion que, aprovechando las vacaciones de las que iba a disfrutar durante unos días, partiera para Braystone Castle. Le pidió después a Joshua que le facilitara un criado para hacérsela llegar al interesado.

—Valiente soborno para un juez —gruñó Rowling tras la marcha de su sirviente—: una partida que me has dejado ganar.

—Ya sabes que yo no hago tal cosa.

—Mientes terriblemente mal, James —dijo su amigo, haciendo a un lado el tablero y apoyando los codos en la mesa—. Te estás tomando mucho interés por esa familia.

—Si los conocieras, verías que Emma posee un talento innato para la pintura y Eugene es un buen chico que no puede estar mezclado en los crímenes por muchas pruebas circunstanciales que tengas.

—Ya veremos. No puedo fiarme de una mera intuición y, lamentablemente, hasta ahora, ni mis hombres ni vosotros dos habéis encontrado nada sólido que me lleve a descartarlo como único sospechoso.

—Muy al contrario: nosotros creemos tener alguno más.

—¿Ronald Worthington? ¿Su hijo Andrew? El padre podría ser, aunque no lo creo, es demasiado pusilánime. Y en cuanto al joven, a pesar de las habladurías y alguna que otra locura propia de la juventud, no parece tener otra preocupación que la conservación de las focas.

—¿La qué?

—Lo he hecho seguir. No creas que hemos permanecido ociosos mientras tu «prometida» y tú husmeáis por ahí. El chico es de pocas luces y, además, acaba de enrolarse como voluntario en un grupo para oponerse a la captura de focas.

—¿En el Támesis?

—Muy gracioso. —Torció el gesto—. Con franqueza, no estoy muy seguro de que haya sido buena idea incluiros en el caso, sigo manteniendo mis reservas sobre la capacidad de la señorita Bannion.

—Las dos víctimas fueron sangradas, lo sabes, ¿no?

—¿Qué?

—¿No te lo había dicho? —James mantuvo el suspense un momento—. Pues sí, a las dos víctimas les hicieron unos cortes en la muñeca.

—¡¿Y por qué diablos no me informó personalmente el doctor Allishigh?!

—Seguramente porque no se lo preguntaste. Sacarle a ese tipo información es más difícil que conseguir que el podenco de tu caballo Pegaso gane alguna carrera.

—¡Pegaso es un semental excelente! —replicó Joshua, ofendido—. Aún es un potro joven, pero acabará demostrando la valía que tiene.

—Véndelo, hazme caso, entiendo más que tú de caballos.

—Dejémoslo o acabaremos discutiendo. ¿Dices que sangraron a las muchachas? ¿Por qué? —Thara tampoco encuentra explicación.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.